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Historia de la serigrafía

En el paleolítico ya se utilizaba la técnica precursora de la serigrafía: el estarcido, ¿cómo te quedas?

Esta fue evolucionando, pasando por los nativos de las Islas Fiji (3000 años atrás), que perforaban y marcaban con pintura las líneas de las hojas de los plataneros para decorar su ropa, e incluso por el antiguo Egipto, Grecia y Roma, que decoraban con ella templos y objetos cotidianos.

El problema del estarcido es que los diseños eran muy limitados, además, no se podían sujetar las letras.

Fue alrededor del 900-1200 D.C cuando China innovó y comenzó a utilizar cabellos humanos entrelazados y lacados para sujetar los esténciles, eliminando así las famosas uniones de los dibujos. En Japón también llevaban a cabo esta técnica para decorar los kimonos de los emperadores.

Más tarde se empezó a utilizar seda, dando nombre a la técnica como la conocemos hoy en día: Sericum (‘seda’ en latín) + graphe (‘escritura’ en griego).

No fue hasta finales del XVIII que se produjo otra novedad, ya que en la Edad Media no hubo ninguna. En Lyon (Francia) surgió la estampación a la lionesa, técnica que se sigue utilizando en la actualidad de forma importante.


Con el descubrimiento de las emulsiones fotográficas, allá por 1910, nace la serigrafía como tal, y en 1932, con la aparición del nylon, la precisión y la repetitividad son características propias de la serigrafía.

Tras la II Guerra Mundial se produce un boom de talleres de serigrafía debido a lo económico y versátil que resultaba, y a finales de los 50 el pintor Leichtestein introduce los puntos, aunque el artista más famoso fue Andy Warhold, que entendió con rapidez cómo utilizar la serigrafía.

En España, pintores como Picasso o Dalí utilizaron la serigrafía para acercar el arte a la gente con ediciones limitadas y firmadas, y en las elecciones del 77 se utilizó mucho para la propaganda electoral.

Hoy en día, con los grandes avances que ha tenido esta técnica, tenemos una gran variedad de soportes que podemos imprimir, por no hablar de los diferentes tipos de tinta: brillantes, mates, transparentes, fosforescentes, fluorescentes, termocrómicas, tintas con olor a lo que queramos, con tacto suave o rugoso, que desaparecen cuando llegan a una temperatura, para interior, para exterior, ¡hay infinidad de opciones!

Y si no es posible imprimir directamente, se pueden fabricar transfer para cualquier tipo de material: metal (bicicletas), porcelana (azulejos o platos), textil, etc.

Lo que está claro es que las mejoras en la maquinaria y el proceso de hacer pantallas han permitido que la serigrafía esté preparada para seguir evolucionando.

¿Qué va a pasar con la serigrafía en el futuro?

Con la llegada aplastante del formato digital, la serigrafía se está intentando adaptar al cambio.  La producción cada vez es más personalizada y no sale rentable poner en marcha máquinas muy costosas para pedidos limitados, por lo que tiene más presencia en el sector industrial que en el gráfico, aún así, ¡resistimos!

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El paso a paso para separar colores en serigrafía

Si bien es cierto que esta técnica sigue siendo la misma que hace años, ha sabido adaptarse y perfeccionarse gracias a los nuevos desarrollos, permitiendo mejorar sus resultados.

El diseño en medios digitales permite tener un amplio abanico cromático, sin embargo, a la hora de imprimir existen muchas limitaciones en cuanto al color. 

Antes de nada, es necesario aislar los colores del diseño, convirtiendo cada color en una imagen independiente. Si el diseño tiene 5 colores, este se dividirá en 5 capas, una por cada color.

Hace años era una tarea algo tediosa, pero hoy en día, gracias al Photoshop se puede hacer esta separación de colores de forma fácil.

A continuación os mostramos el paso a paso para separar colores planos manualmente con Photoshop:

1. Exporta tu imagen a Photoshop

El diseño debe estar en modo Mapa de bits y en CMYK para poder dividirla en cyan, magenta, amarillo y negro.

2. Crea una base

Duplica la capa y dale a cada copia diferentes características.
Haz clic en Imagen > Ajustes > Mapa degradante y, en las opciones de color que te aparecerán, elige el blanco y negro para la primera capa.
Vuelve a la opción Imagen > Calculaciones y, en las opciones de canales, elige gris en el primero y transparente en el segundo.

3. Nuevo canal

En la pestaña de canales saldrá uno con las características que seleccionamos como base. Debemos hacer doble clic en este nuevo canal y, en la ventana que aparezca, selecciona la opción Spot color y selecciona el color y su solidez que prefieras, aunque se recomienda que sea blanco. 

4. Selecciona el color de base

Haz clic en la pestaña de canales y selecciona “Nuevo canal”, elige el color de la camiseta sobre la que vas a imprimir la imagen. Haz doble clic sobre este canal de color y, como se hizo con la base, conviértelo en Spot color.
Se recomienda reducir el brillo de la base para obtener un mayor contraste en la imagen, puedes hacerlo ajustando las curvas de brillo y contraste.

5. Empieza a separar

Teniendo ya la base, empezamos a separar los colores.

Duplicamos la capa original para trabajar sobre la nueva, clicamos en Seleccionar > rango de color, y en la ventana que aparece, nivelamos el contraste de la imagen.

Elige el primer color que quieras separar, por ejemplo, magenta, y con la barra que aparece en la ventana, ajusta el nivel de selección a tu gusto. Cuando acabes, pincha en Ok y se seleccionarán todos los elementos de la imagen que correspondan al magenta o que, al menos, se parezca.

Si haces clic en Selección > Inversa, se seleccionarán todos los elementos que no sean magenta.

Pincha de nuevo en Imagen > Ajustes > Mapa degradante, en la ventana aparecerá una barra de color de gradado que va de magenta a blanco; en ambos puntos del degradado, seleccionamos blanco y hacemos clic en Ok.

Ya hecho, pinchamos en Ctrl + D para ver el magenta que hay en nuestra imagen, sobre un fondo blanco.

Cada capa de color debe estar en blanco y negro, para ello pinchamos en Imagen > Calculaciones  y en las opciones que aparezcan en la ventana, seleccionamos gris, en la primera, y transparente, en la segunda. El resultado de esto será un nuevo canal destinado al magenta.

Pinchamos en este nuevo canal y seleccionamos Spot color. En la opción de solidez insertamos un valor que puede cambiar de acuerdo al diseño. Clicamos en la caja de color y elegimos Personalizar, donde aparecerá una gama de colores y escogeremos el magenta que más se ajuste al nuestro diseño.

Podemos ver cómo está quedando la imagen si volvemos a la base que se creó al principio. 

6. Un canal por color

Para obtener un canal por cada color, debemos repetir todo el proceso anterior (se duplica la capa del archivo original y separamos el color nuevo).

Un truco que nos solucionará mucho el asunto es que cada vez que creamos un canal para un color, hagamos una previsualización de la imagen y si no nos gusta, identificaremos el color que está “fallando”.

Cuando acabemos este proceso, es hora de imprimir. Cada canal se imprime por separado y en positivo (independientemente del color que representen en el diseño, los imprimiremos en color negro).

Con estos positivos grabaremos la imagen en una plantilla de serigrafía, no sin antes haberla recubierto con una emulsión sensible a la luz. 

7. Ten todo en orden

Para evitar errores durante la impresión, mantén el orden desde el principio: pon nombres a cada capa y a los canales de cada color, e incluso asígnales un número de impresión.

Separar los colores implica poder conseguir diseños más complejos, puedes buscar en internet tutoriales que te ayuden durante el proceso y así lograr los mejores resultados, ¡encuentra alternativas que se ajusten a tus necesidades!

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Técnicas de impresión en camisetas

¿Alguna vez has pensado cómo se ha estampado tu camiseta favorita?

A continuación te mostramos las diferentes técnicas que se utilizan para estampar camisetas:

Serigrafía

Es la más común y con ella no se pierde calidad al reproducir una imagen una y otra vez.

Solo necesitas tinta, una malla de hilos tensada a un bastidor y un material que cubre las zonas donde no debe estamparse.

Debemos presionar con una raqueta la tinta para que pase de un extremo a otro y que el estampado quede uniforme, después podemos dejar que se seque al aire o hacerlo en un horno.

Sublimación

Muy solicitada en la actualidad por sus buenos resultados en la calidad de los estampados.

Lo primero que debemos hacer es imprimir el diseño en un papel especial y con tintas específicas para esta técnica

Con una plancha de calor pasamos el diseño impreso en el papel a la camiseta y dejamos enfriar el material

Se recomienda utilizar camisetas que tengan un 70%, como mínimo, de poliéster y 30% de algodón.

La Aerografía

Esta técnica la empleaban mucho los grafiteros en los 80 y 90, consiste en estampar diseños manualmente sobre camisetas con un aerógrafo. 


La tinta no dura mucho y la calidad de los estampados depende totalmente del talento del diseñador.

Transferencia de vinilo textil mediante calor

Se realiza con vinilo especial para textil, el cual tiene una parte que se imprime y otra que se pega con calor.

Los materiales que se necesitan son un plotter de impresión y corte y una plancha de transferencia de calor.

DTG (Direct to Garment)

En castellano “Directo a la prenda”, se necesita una impresora especial DTG, que imprimirá la tinta directamente en la tela de la camiseta, que deberá tener, al menos, un 50% (preferiblemente un 80%-100%). 

Bordado

Apenas se utiliza debido a su elevado coste, pero es muy duradero. Se recomienda para logos de empresa en uniformes, por ejemplo.

En La Colmena utilizamos procesos de impresión digital de última tecnología que aseguran resultados de máxima calidad. Tráenos tu idea o elige alguno de nuestros diseños y ¡a disfrutar!