Si bien es cierto que esta técnica sigue siendo la misma que hace años, ha sabido adaptarse y perfeccionarse gracias a los nuevos desarrollos, permitiendo mejorar sus resultados.
El diseño en medios digitales permite tener un amplio abanico cromático, sin embargo, a la hora de imprimir existen muchas limitaciones en cuanto al color.
Antes de nada, es necesario aislar los colores del diseño, convirtiendo cada color en una imagen independiente. Si el diseño tiene 5 colores, este se dividirá en 5 capas, una por cada color.
Hace años era una tarea algo tediosa, pero hoy en día, gracias al Photoshop se puede hacer esta separación de colores de forma fácil.
A continuación os mostramos el paso a paso para separar colores planos manualmente con Photoshop:
1. Exporta tu imagen a Photoshop
El diseño debe estar en modo Mapa de bits y en CMYK para poder dividirla en cyan, magenta, amarillo y negro.
2. Crea una base
Duplica la capa y dale a cada copia diferentes características.
Haz clic en Imagen > Ajustes > Mapa degradante y, en las opciones de color que te aparecerán, elige el blanco y negro para la primera capa.
Vuelve a la opción Imagen > Calculaciones y, en las opciones de canales, elige gris en el primero y transparente en el segundo.
3. Nuevo canal
En la pestaña de canales saldrá uno con las características que seleccionamos como base. Debemos hacer doble clic en este nuevo canal y, en la ventana que aparezca, selecciona la opción Spot color y selecciona el color y su solidez que prefieras, aunque se recomienda que sea blanco.
4. Selecciona el color de base
Haz clic en la pestaña de canales y selecciona “Nuevo canal”, elige el color de la camiseta sobre la que vas a imprimir la imagen. Haz doble clic sobre este canal de color y, como se hizo con la base, conviértelo en Spot color.
Se recomienda reducir el brillo de la base para obtener un mayor contraste en la imagen, puedes hacerlo ajustando las curvas de brillo y contraste.
5. Empieza a separar
Teniendo ya la base, empezamos a separar los colores.
Duplicamos la capa original para trabajar sobre la nueva, clicamos en Seleccionar > rango de color, y en la ventana que aparece, nivelamos el contraste de la imagen.
Elige el primer color que quieras separar, por ejemplo, magenta, y con la barra que aparece en la ventana, ajusta el nivel de selección a tu gusto. Cuando acabes, pincha en Ok y se seleccionarán todos los elementos de la imagen que correspondan al magenta o que, al menos, se parezca.
Si haces clic en Selección > Inversa, se seleccionarán todos los elementos que no sean magenta.
Pincha de nuevo en Imagen > Ajustes > Mapa degradante, en la ventana aparecerá una barra de color de gradado que va de magenta a blanco; en ambos puntos del degradado, seleccionamos blanco y hacemos clic en Ok.
Ya hecho, pinchamos en Ctrl + D para ver el magenta que hay en nuestra imagen, sobre un fondo blanco.
Cada capa de color debe estar en blanco y negro, para ello pinchamos en Imagen > Calculaciones y en las opciones que aparezcan en la ventana, seleccionamos gris, en la primera, y transparente, en la segunda. El resultado de esto será un nuevo canal destinado al magenta.
Pinchamos en este nuevo canal y seleccionamos Spot color. En la opción de solidez insertamos un valor que puede cambiar de acuerdo al diseño. Clicamos en la caja de color y elegimos Personalizar, donde aparecerá una gama de colores y escogeremos el magenta que más se ajuste al nuestro diseño.
Podemos ver cómo está quedando la imagen si volvemos a la base que se creó al principio.
6. Un canal por color
Para obtener un canal por cada color, debemos repetir todo el proceso anterior (se duplica la capa del archivo original y separamos el color nuevo).
Un truco que nos solucionará mucho el asunto es que cada vez que creamos un canal para un color, hagamos una previsualización de la imagen y si no nos gusta, identificaremos el color que está “fallando”.
Cuando acabemos este proceso, es hora de imprimir. Cada canal se imprime por separado y en positivo (independientemente del color que representen en el diseño, los imprimiremos en color negro).
Con estos positivos grabaremos la imagen en una plantilla de serigrafía, no sin antes haberla recubierto con una emulsión sensible a la luz.
7. Ten todo en orden
Para evitar errores durante la impresión, mantén el orden desde el principio: pon nombres a cada capa y a los canales de cada color, e incluso asígnales un número de impresión.
Separar los colores implica poder conseguir diseños más complejos, puedes buscar en internet tutoriales que te ayuden durante el proceso y así lograr los mejores resultados, ¡encuentra alternativas que se ajusten a tus necesidades!